Santos García fue históricamente uno de los viticultores reconocidos de Valtuille de Abajo. Cuidaba hasta no hace mucho cepas que ahora tienen entre 75 y 110 años y vendía esa buena uva de Mencía, Garnacha, Doña Blanca, Palomino, Malvasía… además de elaborar vinos a granel ya entonces muy apreciados.

José Antonio García García es nieto de Santos, su padre de Corullón y la madre de Valtuille de Abajo. Nació e hizo vida en Barcelona, hasta que sintió la necesidad de reinterpretar su guión personal, y se hizo cargo de las 75 parcelas que con tanto mimo había cuidado su abuelo. Le gusta y defiende ese reparto minifundista de la propiedad que «va ligado a la personalidad del Bierzo, en la diversidad esta la riqueza».
Viñas aradas, viticultura orgánica respetuosa con el medio, cobertura de suelo, nada de sistémicos y sólo azufre y cobre, vendimia a primera hora, selección en la propia cepa, levadura autóctona en la bodega, fermentación en acero y madera, maloláctica en barrica y, claro, la mejor elección de roble. El aliño de todo ello es el trabajo exclusivamente familiar en la viña y en la bodega, ubicada ésta bajo la propia vivienda familiar y concebida como «microbodega», una idea que el mentor defiende con argumentación y gran firmeza.
También su idea del vino, Mencía sin renunciar a otras posibilidades, pero Mencía por encima de todo y de momento sólo con una muy medida crianza en barrica. El resultado de esas convicciones es un Aires de Vendimia de la del 2011 —magníficamente presentado en botella de tipo borgoña, lacrada— que ha permanecido once meses en madera y que sale al mercado con una producción limitada —3.600 botellas— y numerada, bajo la certificación de la Denominación de Origen Bierzo. La previsión sobre la vendimia del 2012 elevará esa producción hasta 4.500 botellas y el horizonte de la bodega se sitúa en diez mil.
Por ahora sólo saldrá ese vino de la microbodega, aunque hay más vinos en ella. Por ejemplo, un joven Mencía del 2012 de buena factura y dos ensayos en barricas de 300 litros con Doña Blanca y Garnacha.
La Mencía es también en este caso una profesión de fe: «Cuando conoces otras variedades te das cuenta de la tipicidad que la diferencia y la distingue de todas ellas. Pero tenemos que evitar machacarla con la madera, porque eso nos permitirá recuperar la esencia de la variedad: la expresión, la fruta, la frescura, la elegancia… Y cuando pruebas otros vinos te das cuenta de que les acaba faltando algo de todo eso».

Retomando la tradición familiar, Jose Antonio García pone en marcha en 2010 un nuevo proyecto en Valtuille de Abajo, una “microbodega” (como él lo denomina), que pone de manifiesto la esencia de la tradición, la esencia del minifundio, de los pequeños viticultores, de las pequeñas producciones, aquello que caracteriza y hace exclusivo al Bierzo.

Con este proyecto, Jose Antonio, busca ofrecer un vino de calidad, elaborado cuidando todos los detalles. En la viña, practican una viticultura orgánica respetuosa con el medio. En bodega, trabajan de manera artesanal y con la selección de las mejores tonelerías francesas.

Parcelas. – Cabanelas: parcelas orientadas al suroeste. – La Mata de los Pardos: altiplano arenoso. – La Cova de la Raposa: laderas arcillo arenosas orientadas al noroeste.

Agricultura. Viticultura orgánica, respetuosa con la viña, tratamientos con azufre en polvo y cobre.
Vinificación. Vendimia selectiva y manual, un 30% de la uva con raspón pisada y el resto despalillada. Maceración pre-fermentativa durante 48 horas e inicio espontaneo de fermentación con levaduras autóctonas, realizada en depósitos de acero y barricas abiertas con temperatura controlada. Maceración post-fermentativa prolongada durante 30 días y fermentación malo láctica natural realizada en barricas.