La zona de esta D.O. esta caracterizada por un clima continental y extremado con influencias atlánticas, de carácter árido, con precipitaciones anuales de 350 a 400 mm, con temperaturas desde – 13ºC hasta 40ºC, hasta 3.000 horas de sol efectivas.

Todas estas condiciones climáticas, extremado frío en invierno, gran amplitud térmica día/noche en verano y numerosas horas de sol dan unas condiciones excepcional de cultivo de la vid.

La altitud del viñedo esta comprendida entre los 665 y los 700 m, son las primeras grupas guijosas al sur del rió Duero ( 20 a 55 m encima del Duero ), perteneciendo estos suelos a la Era Terciara.

Es un terruño valioso con guijarros en abundancia, terrenos profundos de textura franco-arcillo-arenosa hasta arenoso-franca ( de 55 hasta 85 % de arena ) donde contrasta el color teja con el gris rojizo.

Son suelos pobres pero con mucha profundidad ( atestiguada por la profundidad de las graveras vecinas ), así se contrasta el calor y la aridez superficial con la frescor y la riqueza del subsuelo.

El encuentro entre ese clima, ese terruño y la Tinta de Toro sellan la fuerza y la complejidad de los vinos de Quinta de la Quietud.

Cultivo: un viñedo tradicional de cultivo ecológico

El viñedo propio se reparte el 50% en viñas jóvenes (entre 4 y 10 años) y el resto en viñas entre 20 y hasta 100 años. 100 % Tinta de Toro, la variedad autóctona de porte semi erguido, 100 % cultivo en vaso y baja densidad (de 1.000 a 2.000 pies/ha), 100 % cultivo ecológico aliando un trabajo del suelo mecánico y manual, a tratamientos minerales (azufre) y vegetales (extractos de ortiga, de cereales, de valeriana, de cola de caballo, de consuelda… ), aliando trabajos manuales y energía a observaciones y paciencia, siempre la cabeza en las estrellas.

El resultado es unas viñas que se autorregulen con producción media de aproximadamente de 3.500 / 4.000 kg de uva hectárea.